domingo, 2 de noviembre de 2008

jueves, 30 de octubre de 2008

Olvido


Ahora empieza a llover.
La lluvia me recuerda a ti, y es precisamente en tardes como esta cuando no puedo evitar recordarte, recuerdo tu calor, tu aroma, tu tacto, suelo recordar esos pequeños detalles que solo pueden palparse, esas cosas que no puedo ver en una fotografía, incluso ahora me parece estar viéndote bailar bajo la lluvia, porque es en tardes como esta cuando mas necesito de ti.
Me siento junto a la ventana y enciendo un cigarrillo y mientras se consume, miro como cae la fina la lluvia, a veces lenta, otras de manera intensa, y así paso las horas. ¿Por qué no estas aquí? Pienso una y otra vez, sin dejar aflorar las palabras, sólo las pienso, las saboreo, tal vez incluso las dibujo en mis labios sin dejarlas salir. Instantes después de preguntármelo siento la incesante necesidad de coger el teléfono y marcar tu número, aunque solo sea para escuchar tu voz, para saber que estas ahí. Sin embargo, no lo haré, nunca lo hago y pasare la tarde así, como tantas otras, sentado, con el teléfono en la mano, mirando como cae la lluvia, tal vez en algún momento marque tu numero, pero lo borraré, como debería haberlo borrado de mi mente. Y pasaran las horas, hasta que oscurezca, llegará la noche y será una noche fría, oscura y triste. Entonces será demasiado tarde ,tarde para marcar, para llorarte, para seguir alimentando mis recuerdos, incluso ahora que apenas empieza llover ya es demasiado tarde, lo sé…
Sé que podría irme ahora, podría salir y alejarme del maldito teléfono, pero tal vez no quiera, realmente no quiero hacerlo podría aborrecerme por ello, o podría aborrecerte a ti, sin embargo aquí estoy, porque al fin y al cabo, la lluvia, el teléfono, la ventana, sólo son excusas, excusas para no olvidarte, porque estas tardes las guardo sólo para ti…